FORBES ARGENTINA BY ANDREA ALBERTANO
Pablo Quiroga se capacitó en esta forma de elaboración que se remonta al 1500. Con cepas poco conocidas y con un bagaje de conocimientos de vinos orgánicos, se posiciona desde Girona como un referente en materia de producción biodinámica.
Durante muchos años, mientras vivía en la localidad de El Bolsón, en la zona de la cordillera rionegrina, supo ser un curioso estudioso de los vinos naturales aquellos que, según él mismo cuenta, “encuentran la verdadera expresión de la cepa que ha sido influenciada por el clima de ese año, y que tendrá características únicas y casi irrepetibles”.
¿Con qué tipo de uvas trabajás en esta zona de Cataluña y cómo comercializás tus productos?
-Acá hay gran variedad de garnacha tinta, carignan, sirah, cabernet. Tengo un bar de vinos naturales en Girona. Y estoy comercializando mis vinos auténticos a través de gente muy seria que tiene un portfolio de vinos. Logré entrar en el top de los elaboradores. Hay una española que se llama Luisa y son elaboradores de vinos naturales y hoy estoy junto a ellos.
-Solés trabajar con Santiago Salgado de Finca Las Payas que no tiene viñedos y que va en busca de la mejor uva orgánica. ¿Cuál es el proyecto en el que están trabajando ahora en conjunto?
-Santi es un gran amigo y a quien admiro mucho porque es muy sensible. Con él, empezamos el tema de vinos naturales en Argentina. Y por suerte Santi existe en nuestro país y hay mucha gente que se dio cuenta de lo que hay que hacer. Acá, en España trabajo solo o con amigos que quieren venir a trabajar. Si la producción es natural y manual, no puedo pasar las 10 mil botellas. Da mucho trabajo, porque tiene un techo a nivel físico. Tanto es el trabajo que empiezo la vendimia en agosto y la termino en diciembre. Voy cosechando todo el abanico que hay.
Con Santi (Salgado) estuvimos juntos hace unos meses en la feria Pura Vida Natural Wine y ya venía con ganas de hacer lo mismo, de probar otras uvas. Cuando fermentás de manera natural, siempre querés más y Santi elaboró con moscateles, con uvas que no las usaba nadie. Estuvo de visita en mayo y se viene todo septiembre porque vamos a arrancar un proyecto juntos “Les sudaques” y elaborar vinos desde Europa al mundo y llevar los vinos a Argentina para que se comercialicen en nuestro país.
-Siempre te destacaste por los nombres de tus vinos.
-Sí, algunos salieron de un graffity, de un tema musical. Soy muy curioso y, de lo que veo y me gusta, salen etiquetas y ecuaciones pensantes. Elijo textos en los que haya algo más allá y eso es un poco lo que hago. Me baso en mi gráfica y le doy gran espacio al color, que es predominante. Al principio chocó un poco.
-¿Cuál es la diferencia entre la producción de vinos naturales en España y en Argentina?
-Debería ser lo mismo en todos los países y debería ser un lenguaje internacional. El tema es que siempre se juega el miedo y se pone un poquito, por las dudas. Y es ahí cuando dejan de ser naturales. Aunque sean de baja o mínima intervención –ecológicos, orgánicos, biodinámicos-, terminás mintiendo a la gente porque no es lo mismo que natural. Y es bueno comunicarlo porque sos ecológico. La gente cree que toma un vino orgánico. Algún día tendríamos que manejar el mismo lenguaje. El vino natural es un jugo de uva fermentado, ni más ni menos.
En mis etiquetas, por ejemplo, siempre incluyo el análisis del vino porque me da cero todo y es un orgullo. La gente tendría que saber qué se está metiendo en el cuerpo. No es lo mismo de 0 a 10 que se 0 a 200 de sulfuroso. Y agregarlo o no, puede variar todo: mucha gente deja de tomar vino por las intolerancias que te producen.
Vinos naturales y el leit motiv de un artista
Un viñedo cuidado bajo las reglas de la biodinamia busca mantener o mejorar la fertilidad de los suelos sin utilizar productos químicos. No elige semillas modificadas genéticamente y su guía está en los saberes históricos.
Este tipo de producción fue ideada a comienzos del siglo XX por el austríaco Rudolf Steiner, quien resaltó el vínculo entre los suelos, las plantas y los animales, en equilibrio y sin intervenciones externas. “Todo lo que viene de la tierra debe volver a ella después del proceso de producción”, sostenía.
Más cerca en el tiempo fue Jonathan Nossiter, creador de la película “Resistencia Natural” quien aseguró que aquellos que elaboran este tipo de vinos naturales y biodinámicos, son “los héroes de esta época”.
Nossiter es el creador de “Mondovino”, un documental del 2004 donde daba a conocer los conflictos del mundo vitivinícola, la concentración del poder, la estandarización de la industria y la influencia del crítico Robert Parker. En su filme “Resistencia natural”, suma conceptos y cuenta la historia y vida de cuatro viticultores italianos, poseedores de viñedos, que buscan romper las reglas del mercado y guiarse por la naturaleza. “Lo que me emocionó de los actores-agricultores es que, para ellos, plantar, amar una planta, es un acto cultural”, resaltó el autor.
Y respecto a la biodinamia consideró que no es un método para producir vino, sino que “es un movimiento internacional con profundos principios y un fuerte componente social. La biodinámica propone un modelo agrícola y de consumo que promueve más conciencia en las relaciones entre humanos y con el medio ambiente y el cosmos. Se trata de una agricultura para el futuro”, sostuvo el cineasta.
*Fotos: Gentileza Pablo Quiroga
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